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  • Foto del escritorPersonero Paulo Freire

La espada

Les habías dicho que era mala idea, que no deberían haber bebido tanto que aunque fuera navidad seguían estando en guerra, ¿pero alguien te escucho? Por supuesto que no, nadie nunca te escucha es casi como si no existieras, “estarán festejando decían” “no se atreverían” decían.

Nadie los vio cuando llegaron y le dispararon a la mitad de tu escuadrón.

La única razón por la que lograste escapar fue porque estabas alerta y lograste esconderte en un cuarto oculto antes de que te vieran.

Ahora estás atrapado completamente solo en la habitación a la que nadie se atrevía a entrar, porque supuestamente alguien habia muerto ahí.

Sigues sin acabar de entender porque escogieron una casa “maldita" como cuartel, vaya suerte debes tener para entrar en la habitación del asesinato.

Te sientas en la cama mientras escuchas los disparos del enemigo y los gritos de tus compañeros.

Nunca quisiste unirte a esta guerra pero te obligaron entrar al ejercito nipón, estás en medio de Tokio que se está disputando entre tu Japón, China e India contra Estados Unidos y Rusia.

En una de las paredes ves una espada samurai bastante antigua que le debía pertenecer al anterior dueño de la casa.

La tomas en tus pues a pesar de que no será muy útil contra las armas de fuego tienen tus enemigos, en el momento que desenvainas la espada esta comienza a brillar en un tono dorado.




Frente a ti se aparece un guerrero samurai que también brillaba, su armadura parecía hecha de oro, el detrás del casco veías unos ojos vacíos y completamente negros.

“Yo Soy el general Yusake de la guardia real del emperador” dice aunque su voz suena distante como si estuviera hablando a través de una placa de metal.

“Esto…” le dices al fantasma “no hemos tenido un emperador en mucho tiempo" estas muy asustado pero aun así no sueltas la espada que ha dejado de brillar.

El fantasma pareció dudar por un momento pero entonces te respondió “entonces yo estare a tu servicio y te volveré el nuevo emperador de la tierra del sol naciente ¿Que quieres que haga?” te pregunta, los pasos del enemigo se comienzan a escuchar cada vez mas cerca de la habitación en la que te encuentras “acaba con esas personas y entonces decidiré que hacer” le dices al fantasma que dice llamarse Yusake

“como ordenes mi señor" dijo el fantasma tras lo cual atravesó la puerta, no puedes ver lo que pasa y tampoco quieres hacerlo el simple sonido de gritos que te llega del otro lado de la puerta es más que suficiente para helar tus huesos.

Cuando finalmente decides salir de la habitación en la que te escondes realmente te asusta lo que ves, el pasillo y el resto de la casa está lleno de cadáveres, ninguno parece haber sido atacado es casi como si les hubiera dado un paro cardíaco colectivo.

Yusake aparece a tu lado “¿Satisfecho?” te pregunta “Si" le respondes casi demasiado calmado para todo lo que estás viendo comienza a sonarte la idea de volverte emperador tal vez valga la pena conservar la espada y a Yusake

“Acepto, me ayudaras a volverme emperador” le dices

“perfecto pero te advierto que ahora estarás solo conmigo para siempre". Eso no lo esperabas y no lo deseas.


Juan Miguel

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